• Cadenas de gama sencilla: metálicas simples de aro flexible
• Cadenas de gama media: metálicas con tensor autobloqueante
• Cadenas de gama alta: Spikes spider
• Cadenas de gama muy alta: Contrax Steg
• Última novedad: fundas textiles antideslizantes
Las cadenas más comunes son las metálicas de aro flexible con
precios que van desde los 12 euros de las más básicas hasta 90 euros,
aproximadamente. Dentro de este tipo existen varias calidades según la cadena y
la forma que tengan. El funcionamiento de estas cadenas metálicas, consiste en
“abrazar al neumático para evitar que sea la propia rueda la que vaya por la
nieve. Hace que el coche no patine porque permite un mayor agarre en nieve y
hielo, ya que la cadena se asienta en el suelo y el neumático puede hacer
tracción.
Existen tres modelos distintos de
cadenas metálicas: la transversal, la de rombos y la de 8 milímetros. Estas variaciones
dependen del dibujo de la cadena, ya que hay algunas que tienen más superficie
y por lo tanto mayor adherencia al suelo. La transversal es la más simple
porque deja partes de la rueda sin cubrir. La de rombos cubre toda la
superficie y por tanto el neumático va pisando siempre cadena. El aro de 8
milímetros está indicado para coches con suspensión muy pegada que no pueden
meter cadenas más anchas como la medida habitual de 12 milímetros.
Las de gama media son las cadenas
metálicas que incorporan un tensor autobloqueante o en algunos casos dos, para
evitar que la cadena se salga de su sitio cuando el coche está en marcha.
Consiste en una cuerda elástica que se fuerza hasta engancharla en un hueco
metálico. Este modelo mantiene las cadenas centradas en su sitio y reduce las
vibraciones, aunque esta ventaja también se refleja en el precio, que sube un
poco respecto a las metálicas simples.
Desde hace algo más de un año encontramos en el mercado una
novedad que sustituye a las cadenas de toda la vida. Se llaman fundas textiles
antideslizantes, se trata de fundas plásticas no metálicas que ofrecen el mismo
rendimiento que las cadenas. La colocación es más sencilla porque se trabaja
con un material más flexible que la cadena, que es más rígida y más complicada
de ajustar. Es como poner un guante de tela al neumático, tensándose de la
misma manera que las cadenas. Además del montaje fácil, estas fundas de tela
tienen otras ventajas: ocupan mucho menos espacio, pesan menos, y permiten su
utilización en neumáticos de diferentes tamaños según se tensen más o menos. Su
precio, unos 100 euros.
Los “sprays antideslizantes” para las ruedas, solo se
recomiendan para una emergencia. Son poco fiables y sólo sirven para salir de
un apuro. Te puede ayudar a sacar el coche de un atolladero pero no te puedes
desplazar muchos kilómetros.
Las personas que viven en zonas de habituales nevadas suelen
tener dos juegos de ruedas, las normales y las de invierno. Las primeras las
ponemos desde marzo hasta octubre y el resto del año se montan las de nieve. El
problema es que se tiene que tener cuatro cubiertas y cuatro llantas de
repuesto. Estos neumáticos para nieve cuestan un poco más que los normales,
entre el 5% y 10% más. La DGT permite llevar estos neumáticos en lugar de las
cadenas siempre que estén homologados. Para ello deben llevar la inscripción M
+ S (Mood and Snow), que indica que la cubierta ha sido especialmente diseñada
para usarla sobre barro y nieve. Aunque son muy cómodas para la nieve, en caso
de hielo no hay nada que sustituya a la cadena, porque la rueda no tiene nada
donde agarrar y el agarre sólo se produce rompiendo ese hielo con la cadena.
Esto se puede lograr también con ruedas de clavos, que en algunos países están
prohibidos. Se recomiendan únicamente para países con condiciones
meteorológicas extremas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario