Lejos de celebrar “el noveno año consecutivo de descenso”, Seguí pidió en tono grave “que nadie interpretara ese dato como un signo de victoria". Son como dos trenes de Santiago cada mes”, afirmó, en alusión a la tragedia del pasado julio en Angrois. Según aclaró la directora de la DGT, el informe es solo “un análisis riguroso” para saber “quién y cómo muere” en las carreteras españolas y poder actuar al respecto.
El balance definitivo de 2012 incluye a todas las personas que perdieron la vida en accidente de tráfico en los 30 días posteriores al siniestro, tanto en vías urbanas como interurbanas, por lo que difiere del balance presentado el pasado 3 de enero, de 1.304 muertos, que solo reflejaba el número de víctimas mortales en carretera a 24 horas.
Según el informe definitivo de 2012, hubo además 105.446 heridos leves y 10.444 heridos graves, aunque Seguí prefirió hablar de “ingresos hospitalarios de más de 24 horas”, en lugar de heridos graves, un término que, a su juicio, refleja mejor la realidad de la siniestralidad vial, puesto que no todos los ingresos de más de un día revisten la misma gravedad. De acuerdo con los datos que el Ministerio de Sanidad ha proporcionado a Tráfico, de todos las víctimas de accidentes que permanecieron más de 24 horas en el hospital, hubo 6.044 que sufrieron “lesiones especialmente gravosas”, por la duración del ingreso hospitalario, la dificultad de tratamiento y la posibilidad de discapacidad larga.
La directora de Tráfico quiso despejar este jueves la imagen de “una víctima especialmente joven o especialmente nocturna”. “La imagen de la víctima de tráfico es la de la vida diaria”, insistió. En 2012 más de la mitad de los fallecidos tenían 45 años y “la inmensa mayoría de los accidentes mortales” ocurrieron de ocho de la mañana a ocho de la noche (63%), de lunes a viernes (66%) y de septiembre a junio (81%).
Según Tráfico, el uso del cinturón y el casco podría haber salvado 139 vidas
El colectivo más numeroso entre los fallecidos continúa siendo el de ocupantes de turismos particulares, tanto conductores como pasajeros, que supusieron en 2012 un total de 872 víctimas mortales, seguido de los peatones (376) y de los motociclistas (302). Los tres experimentaron un descenso con respecto a 2011, aunque los peatones fallecidos solo disminuyeron en cuatro. De hecho, los atropellos son, tras la salida de la vía, el accidente mortal más frecuente.
Entre los ciclistas, en cambio, ha aumentado en 23 el número de fallecidos, hasta un total de 72. Esta cifra llevó a Seguí a ratificar “la estrategia de la DGT en la protección” de este colectivo.
También incidió la directora de Tráfico en la importancia de utilizar los sistemas de protección. De los niños fallecidos, 15 no viajaban en sillita. Además, el 24% de los muertos en turismos no llevaban cinturón de seguridad, un porcentaje que aumenta al 32% en vías urbanas. Tampoco el 5% de los motociclistas muertos utilizaban el casco en carretera y el 15% no lo llevaban en ciudad. En el caso de los motociclistas fallecidos, el porcentaje de los que conducían sin casco es del 31% en vías interurbanas, y del 13% en vías urbanas. Según la DGT, asumiendo que el casco y el cinturón de seguridad tienen una efectividad del 50%, si todos los usuarios implicados en un accidente de tráfico hubieran hecho uso de los sistemas de seguridad, se habrían salvado 139 vidas.
Fuente: Patricia R. Blanco, El País
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